Maruja Torres gana el premio planeta 2000

Maruja Torres gana el premio planeta

Que Maruja Torres haya ganado el Planeta no supone una vanagloria para la autora, más valorará materialmente el asunto, porque en estos tiempos quién no supone del flirteo de los premios planeta. Pero por lo menos este año la ganadora del Planeta -miss Planeta 2000, como la llaman en algunos medios de comunicación- no es ni la mujer de un ex-magnate, ni algo por el estilo. Se dice que este año "sí" que es merecido, no pongamos en duda el prestigio del premio, pero por lo menos este año sí que creemos que es merecido, no sólo por que sea Maruja Torres, ni porque nos caiga bien la autora como persona...bueno sí.

Creo que todos hemos visto una de esas MARUJATORRES por la calle, o apoyadas en una farola, leyendo el periódico de buena mañana, el caso es que nos hemos cruzado alguna vez con esas mujeres que alardes sentidos de moda "a la francesa antigua", con las gafas gastadas de leer y escribir. Una de esas mujeres que no se calla ante nada, y que ha servido en muchos casos como baluarte del más aguerrido feminismo. Una de esas mujeres que madrugan para conocer lo que ocurre en el mundo y que luego nos lo transmite con la más pura y subjetiva realidad, con la suya misma. Desenfadada pero segura de lo que dice y lo que hace, con los dientes afilados de nuevas palabras o nuevas visiones de los conceptos que ya están en uso, ella los "marujea" en el sentido más humilde y positivo de la palabra. Con esos aires de mujer de Guerra Civil, que casi sin vivirla, la vivió, se adelanta al "tablao" de la actualidad con su lengua viperina pero sin escocer demasiado, sólo con la sutileza de una dama que se crió en los barrios obreros de los años cuarenta y cincuenta de una Barcelona con las secuelas pertinentes de las "caudilladas" en esta nuestra historia. Concretamente en el Barrio Chino, en el seno de una familia de obreros que subsisten al hambre como pueden. A los catorce años comienza a trabajar -cosa no extraña en aquellos tiempos- como mecanógrafa y así hasta que entra a hacer sus primeras incursiones en el mundo periodístico en el periódico de La Empresa, después Garbo, Fotogramas, El Papus (revista combativa de la época del franquismo), Por Favor, La Calle -ya en los años ochenta, camino de la transición-, año en el que se traslada a Madrid, donde empiezan sus andaduras por El País para abandonarlo, desembocar en Cambio 16, y volver más tarde a El País, hasta nuestros días. Presenció los altercados bélicos de Panamá y Beirut, donde vio morir a su compañero fotógrafo y redactor a manos del siempre desmedido Ejército estadounidense. En Maruja Torres encontramos esa literatura mezclada con periodismo. Creo que en boca de Juan José Millás oí decir que eran dos cosas iguales, es decir, que el periodismo y la literatura eran los mismos géneros.

Pues bien, según la autora esta es su segunda novela, la primera Un calor tan cercano, narra la historia de la autora trastocada con los tintes de la fantasía. Porque Maruja Torres mantiene que "la memoria es lo que uno conserva y cómo lo transforma". Ese "cómo se transforma" es el modus operandi de la autora que se devana entre ese periodismo y ese supuesto "novelar" que cada cual como quiera lo deslinde o no. Y así, con un humor negro y quizás triste, mezclando el amor, el dolor y la compasión, arropándose con las palabras que son las únicas que le dan consuelo, nos ha narrado la vida de una escritora que regresa al hogar tras la muerte de su madre y empieza a re-volver en el pasado, en el que inevitablemente todos vivimos. Es e palabras de la autora "inventar lo que a la vida se le olvidó". La protagonista, Manuela, empieza a vivir poco a poco, esa infancia que no pudo por crecer demasiado deprisa. Mientras vivimos es también una búsqueda en retroceso al pasado en la misma línea que Un calor tan cercano pero esta vez, la nueva "desautobriografía" tiene como protagonista a la envidia. La mayoría de sus escritos están cargados de una ironía sarcástica con los tintes de la sátira más rotunda que envuelve un lenguaje desenfadado. Con Ceguera de amor (1991), Un calor tan cercano (1997) o Mujer en Guerra (1999) se consolida su carrera periodística, que continua hasta nuestros días cada fin de semana en el País.

El finalista, Salvador Compán, deberá "conformarse" con eso, con ser el segundo pero lo que primara serán las cuantiosas ventas, a posteriori, de su libro, y todos sabemos que no son nada envidiables a las del primero. En su libro Cuaderno de viaje también su protagonista es un escritor periodista que va en busca de ese pasado que nos costó vivir, o que vivimos ralentizado.

A.Trastevere ha ganado el Premio Planeta de este año, y con ella son tres, las que optan y consiguen el suculento galardón. A. Trastevere se ha convertido en Maruja Torres, y El éxtasis se convirtió en Mientras vivimos, porque en esta película de la sociedad también hay veces que gana los buenos -o eso es lo que creemos-. Por si acaso, que se me perdone si copié el título de sus libros en esta página o busqué información dónde no se debe, que hoy en día no se sabe. Buen Premio Planeta 2000 a todos y a todas.

J.Bermudez Equipo de redacción Tirant.es