Manual de Derecho Penal Internacional

El juzgamiento de graves crímenes asociados a períodos de violencia con ocasión o no de los conflictos armados en la historia, generó la responsabilidad de sus máximos autores. Este suceso implicó a partir de la Segunda Posguerra Mundial de 1945, resolver varios aspectos cómo: la construcción de tipos penales que afectaran a la persona individual sin la mediación del derecho estatal; si existía un principio de responsabilidad jurídico penal directo del individuo ante el derecho internacional, más allá del derecho Estatal, junto con los efectos del llamado Acto de Estado, para castigar las conductas contra el derecho penal internacional.1   En efecto, la consideración de graves crímenes contra la humanidad, permitió el desarrollo del Derecho Penal Internacional, para asumir factores de jurisdicción y competencia, en la actualidad, por parte de la Corte Penal Internacional (CPI). Sus instituciones jurídico penales-internacionales, después de veinte años de vigencia, constituyen respuesta a crímenes que implicaron impunidad, conflictos armados, violencia política y graves violaciones a los Derechos Humanos. El texto presentado, ha sido el producto de veinte años de trabajo frente a los fundamentos anteriores, su evolución histórica, alcance de los tribunales ad hoc,  principios del DPI, crímenes internacionales, circunstancias de autoría y participación, admisibilidad y proceso ante la CPI, sistema de penas, cooperación judicial y un anexo especial de víctimas y crímenes contra la Administración de Justicia. El manual está destinado a la Comunidad académica en general como punto de partida para el conocimiento y valoración de situaciones comparadas, en el escenario complejo y eclético del sistema concebido en la CPI sobre conductas, que si bien, tienen lugar en un escenario concreto nacional, pueden ser de interés y tratamiento en la Comunidad Internacional. 1AMBOS KAI y GUERRERO OSCAR JULIÁN, El Estatuto Penal de Roma, Universidad Externado de Colombia, Bogotá Octubre de 1999, Primera Edición, Pág. 53.