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La performance define a la disciplina en la que el hecho artístico se realiza en vivo y con la presencia del autor, suele ser confundida con el teatro de vanguardia, la expresión corporal y con la danza contemporánea. Si bien no siempre resultan ser la misma cosa, hoy en día vivimos en una época en la que no estamos absolutamente seguros de nada, aunque debemos decir que la performance, a pesar de que sólo está atada a las reglas que el autor quiera autoimponerse, trata, por lo general, de expresar una idea, más o menos sencilla, mediante una figura poética como pueda ser la descontextualización, la metáfora, la paradoja, o la hipérbole, por citar ejemplos bastante usados. Puede contener, como todo el arte en general, una reivindicación, o ser simplemente formal. Puede estar pensada sólo para hacer bonito y quedar bien y puede intentar hacer pensar a toda la concurrencia. Puede estar totalmente preparada y parecer improvisada, y a la inversa. Suele estar pensada para el lugar o evento donde se va a realizar, o puede formar parte del fondo de acciones del artista.
"A diferencia del teatro, el intérprete ES el artista, raramente representa a un personaje como un actor, y el contenido en raras ocasiones sigue un argumento o narración tradicional. La performance puede ser una serie de gestos ínfimos o una narración a gran escala, que dura desde unos pocos minutos a muchas horas; puede representarse una sola vez o repetirse muchas veces, con o sin guión preparado, improvisado de manera espontánea o ensayado durante muchos meses. (...) Por su propia naturaleza, la performance escapa a una definición exacta o sencilla más allá de que es arte vivo hecho por artistas. Cualquier definición más estricta negaría de manera inmediata la posibilidad de la propia performance. Puesto que recurre libremente a cualquier número de disciplinas y medios de comunicación -literatura, poesía, teatro, música, danza, arquitectura y pintura, además de vídeo, filme, diapositivas y narración- en busca de material, los despliega en cualquier combinación. De hecho, ninguna otra forma de expresión artística tiene una manifestación tan ilimitada, puesto que cada intérprete hace su definición particular en el proceso y la manera propios de la ejecución." Roselee Goldberg en su libro PERFORMANCE ART.
En sus esfuerzos por alejarse del arte objetual, el movimiento conceptual se lanzó allá por 1970 a una nueva disciplina a la que acuñaron con el nombre de performance. Esta disciplina no era nada nueva puesto que desde principios de siglo se utilizaba en las veladas futuristas y dadaístas, en las que se realizaban toda serie de representaciones y locuras que solían acaban con la inclusión de la policía en el propio espectáculo. Del mismo modo se tiene constancia de representaciones del propio Leonardo y de coetáneos suyos que se asemejaban más al arte de acción que al teatro, aunque todavía no se hubiera decidido el arte de acción, así como un evento diseñado por Polidoro Da Caravaggio en 1589 donde se escenificaba una batalla naval en un patio de Florencia especialmente inundado para la ocasión.
Disolución Arte-Vida. El nacimiento de la acción en el siglo veinte se debe, ante todo, a uno de los axiomas más utilizados por parte de los aguerridos futuristas y dadaístas, verdaderos padres de la acción, que intentaban lograr la disolución total entre arte y vida. Esta idea de principios de siglo ha sido una de las bombas de relojería que pusieron las vanguardias en el normal transcurrir de la historia del arte, que ha ido explotando esporádicamente a lo largo del presente siglo, pero que todavía no lo ha hecho con su potencia real, ni ha alcanzado las metas a las que, potencialmente, ha de llegar.
Así pues, las vanguardias empiezan a actuar de forma loca, bohemia, considerando arte acudir cantando y en estado de embriaguez al entierro de un compañero artista, realizando las veladas en las que tiraban por tierra las convicciones de los asistentes. En el famoso Cabaret Voltaire, entre otros, leían poemas, cantaban, se disfrazaban, elevaron la publicación de revistas, el collage y, como gran parte de las vanguardias, casi todas las artes a la categoría de ARTES.
A partir de la comprensión de la disolución entre arte y vida, producción del artista rompe sus barreras y se opta por una multidisciplinariedad que, si bien no siempre acaba en la realización de peformances como medio de expresión, sí abre una nueva vía para crear, y aleja al individuo del encierro en una sola disciplina artística.
En definitiva, se vuelve a la definición de artista que materializa las ideas de la forma más conveniente para cada una de ellas, y no ve restringido su campo de acción a un solo medio o material.
FERNANDO SANTA PAU
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