Antonio Wollstein Montes (Madrid 1955) De sangre valenciana se me volvió madrileña naciendo en esta maravillosa Villa. Madrí para elegidos, capital de mi corazón. Mis primeros andares se movieron muy cerca a la Ermita de San Isidro, y desde entonces el Manzanares corre por mis venas y mis letras. Con 14 años conocí a Miguel Hernández que, sin saberlo él, fue mi primer mentor, cuando le leía sentía como mi corazón se me quedaba con sus versos. Ya no pude parar de leerle y fue cuando comencé a escribir mis primeros versos en papeles que rompía, porque así fue mi adolescencia y juventud. Estudié en la Escuela de Magisterio de Santa María, entonces a espaldas del Rastro, en la especialidad de Lengua Castellana. En mi juventud mi mapa se dibujaba por el Madrid de la Latina. Al terminar magisterio me especialicé en Educación Especial, vocación que al expresarse tanto aprendí. Me casé con Marijose, mi amada compañera de tantas paces y guerras, dos hijas tan queridas: María y Virginia. Tenemos seis nietos que son seis sonrisas. Ser maestro hasta mi jubilación es algo que se hizo piel en uno...desde el principio. Ahora, familia en familia, leo y escribo. Escribir es amar el vuelo. ¡Amemos la palabra!