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Javier Echeverría nació en Pamplona en 1948. Licenciado en Mate- máticas, Doctor en Filosofía (Complutense) y Doctor de Estado en Letras y Ciencias Humanas (Sorbona). En la actualidad es Profesor de Investigación de Ciencia, Tecnología y Sociedad en el Instituto de Filosofía del CSIC. Sus obras más destacadas son Telépolis (Destino, 1994), Cosmopolitas domésticos (Premio Anagrama 1995) y Sobre el Juego (Destino, 1999). Con Los señores del aire (Destino, 2000) obtuvo el Premio Nacional de Ensayo. Muchos científicos piensan que la ciencia es neutral, que nada tiene que ver con los valores. En este libro, sin embargo, se sostiene lo contrario, que tal neutralidad no existe y se trata de mostrar cómo los valores influyen tanto en la práctica científica como en la evaluación de la misma. El problema de la ciencia y los valores se aborda desde cuatro perspectivas. En primer lugar, se retoma un viejo problema, ¿qué son los valores? En segundo lugar, se sientan las bases de una axiología de la ciencia y se insiste en que la acción es previa al conocimiento y a los hechos científicos y se propone un modelo para evaluar las propuestas científicas. En tercer lugar, se insiste en la importancia que tiene la enseñanza para la transmisión del conocimiento y de los valores de la ciencia. Partiendo de acciones educativas concretas, se afirma que educar en valores no sólo tiene implicaciones morales, políticas y religiosas, sino también epistémicas, económicas o ecológicas. Por último, se muestra que la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación a la enseñanza y el aprendizaje cuestiona en muchos casos los valores clásicos de la enseñanza obligatoria, como el principio de igualdad de oportunidades o la participación de los padres en los procesos educativos. Sobre la base de que la ciencia nos incumbe a todos y no sólo a los científicos, Javier Echeverría afirma la necesidad de desarrollar una filosofía de la actividad científica, no sólo una filosofía del conocimiento científico, en relación con el complejo social donde ésta se origina, se desarrolla y evalúa . La ciencia no sólo transforma el mundo, también los valores.