Cuentos de la selva

La popularidad de los Cuentos de la selva no se debe, es claro, a sus tesis profundas. Su mayor mérito literario es ser admirables relatos infantiles. Como es de rigor en el género, los cuentos tienen su moraleja. El esfuerzo titánico y el agradecimiento son exaltados en ??La tortuga gigante?? y en ??El paso del Yabebirí??; el agradecimiento y el amor en ??La gama ciega?? y en ??Historia de dos cachorros de coatí y dos cachorros de hombre??; el dar su merecido a los malos aparece en ??El loro pelado??, en ??La guerra de los yacarés?? (que también tiene su moraleja antibélica) y también en ??El paso del Yabebirí??; finalmente ??La abeja haragana?? exalta, a la zaga de La Fontaine, las virtudes de la previsión y del ahorro, el trabajo que dignifica, aunque este último cuento tiene una vuelta de tuerca llena de picardía, que los chicos habrán sabido apreciar. Queda fuera de esta línea edificante ??Las medias de los flamencos??, que pertenece al género de la fantasía naturalista, aunque también aquí es posible encontrar un eco de la vieja enseñanza: el que la hace la paga. Anaconda es una suerte de cuento de la selva para niños, pero mucho más elaborado.