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En esta obra se aborda el tema de la nave en la tradición icónica cristiana con sentido diacrónico, desde las primeras manifestaciones paleocristianas hasta el Barroco, siguiendo como eje vertebrador la interpretación simbólica de la Nave de la Iglesia, prefigurada en el arca de Noé, cuya imagen entre las aguas evoca el bautismo que salva a los cristianos, correspondencia de tipo y antitipo que fue recogida por los escritos neotestamentarios y la tradición eclesiástica a partir de la patrística. El trabajo incluye, además, diferentes aplicaciones del simbolismo de la nave, destacando la nave tridentina y las más importantes naves confesionales partiendo de la Nave de la Victoria para los funerales de Carlos V en Bruselas, considerada la primera representación `oficial´ de un barco de estado católico en el siglo XVI, que se analiza junto a varias naves protestantes, como La nave estatal del ducado de Brunswick y La nave del estado de Holanda, incorporándose en el contexto de la Reforma el hundimiento de la barca romana. Finalmente, se destacan importantes variantes de la Nave de la Iglesia, especialmente la guiada por el Divino Piloto y la Nave de la paciencia (1609) asociada a la Liga Católica Alemana, respondiendo a la Unión protestante de estados calvinistas y luteranos. Y también, las naves de las órdenes religiosas que participan en la misión de la Iglesia universal, dedicándose los últimos capítulos a María como Nave de salvación e intercesora, y a las naves misionales, especialmente de carmelitas y jesuitas, órdenes de especial vocación misionera en la Contrarreforma.