¿Aún no tienes una cuenta? Crea una ahora y accede a tus listas favoritas, tu histórico de cuentas y muchas más cosas...
Pedidos y atención al cliente
PARTICULARES: 963 392 051 - FAX: 963 615 480 / LIBRERÍAS: 963 600 598 - FAX: 963 694 151
1ª Edición / 152 págs. / Rústica / / Libro
Por la compra de este libro en papel tendrá acceso a las siguientes promociones (CÓDIGO PROMOCIONAL INCLUÍDO EN EL INTERIOR DEL LIBRO):
En papel: En stock, entrega en 24-48h |
|
|
Consultar disponibilidad en tiendas
Consultar disponibilidad en tiendasLos plazos estimados son para pedidos realizados antes de las 14:00h del viernes (salvo error o situaciones especiales: festivos, inventarios,etc).
|
||
Libro electrónico*: |
9,60 € | |
*Para visualizar los libros electrónicos debe tener instalado Adobe Digital Edition en su equipo. Para conocer más pulse aquí. |
La aproximación y cercanía entre el marxismo y el cristianismo, problemática crucial en buena parte de la segunda mitad del siglo XX, es retomada y repensada en esta obra que trata así de trascender la confianza del liberalismo social occidental, pues como denuncia el Papa Francisco el hambre en el Mundo hoy, más que nunca, constituye un escándalo. La reacción radical contra la pobreza es compartida por el marxismo y el cristianismo, así como la búsqueda de la liberación de un hombre esclavizado por el pecado o por la alienación. No obstante, ambas corrientes no pueden confluir en plenitud pues la entraña de la espiritualidad cristiana se contrapone con la cosmovisión materialista de la existencia marxista. La búsqueda de una ética marxista enhebra las reflexiones de este libro en las que el diálogo con Kant, Hegel y Rousseau también están presentes. Aunque Marx negará la moral tradicional y la moral burguesa, su propuesta filosófico-económica aboca a la construcción de lo humano a partir de la dignificación del trabajo y la comprensión del hombre como ser no egoísta sino social. Así la preocupación por un Mundo justo vuelve a constituir un engarce con el cristianismo para el que también la caridad y la fe, sin la justicia, son insuficientes.