Modelo de conducta

Si Connor McKnight hubiera prestado más atención, tal vez habría advertido algo extraño en la actitud de su encantadora novia, Philomena, mientras ésta se preparaba para un viaje de trabajo a California. Pero Connor no es tan perspicaz y ahora que ella parece haberse ido para no volver, se pregunta por qué sólo sabe apreciar lo que tiene cuando ya lo ha perdido. Algo similar le sucede a su mejor amigo, Jeremy Green. Famoso autor de relatos breves, vegetariano militante, escandalosamente atractivo e insatisfecho, Jeremy se convierte en el objeto absurdo de los sádicos mensajes de una mujer que se niega a devolverle su perro. La hermana de Connor, Brooke, es una intelectual que transforma el autocastigo en anorexia ante la angustia que le producen las imágenes televisivas de Ruanda y Bosnia; y Jennie Rodríguez se presenta a través del correo electrónico como una fan de Connor con veleidades psicopáticas. Los personajes de Jay McInerney se mueven por espacios limítrofes, al borde del abismo. Las familias son disfuncionales, el bienestar económico está sazonado de hastío y alcanzar la fama constituye un objetivo vital. Sin embargo, todo ello convive con una profunda necesidad de dar contenido a la existencia y con la conciencia de que el amor y la vida misma son extremadamente frágiles.