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1ª Edición / 597 págs. / Rústica / Castellano / Libro
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Este libro, fruto de los trabajos desarrollados en el marco del proyecto de investigación ?Prevención y control de la siniestralidad vial: un análisis jurídico y criminológico? (SEJ 2005-05558), tenía que haber visto la luz hace bastante tiempo, pero por unas u otras razones ha ido demorándose su aparición. Probablemente, la causa del retraso haya estribado en la complejidad, no tanto del tema central cuanto de la perspectiva multidisciplinar e interdisciplinar elegida para abordarlo y las consiguientes difi cultades de integración. El equipo investigador se fi jó unos objetivos, al elaborar y solicitar el citado proyecto, que hubo de cambiar al serle concedido, por la imposibilidad económica de llevarlos a cabo en los términos previstos, aunque conservando una buena porción de su núcleo originario. Se decidió trabajar en varios campos interconectados, comenzando por la realización de una encuesta entre jóvenes, cuyos resultados pudieran ser tomados en consideración por el conjunto de los investigadores en sus respectivos cometidos. A tal efecto, nos propusimos estudiar las conductas de riesgo y los factores que predisponen al mismo en los adolescentes, de entre 15 y 18 años, en relación con la circulación de vehículos. Y la elección de este grupo no fue arbitraria, se hizo, por las fundadas razones que se expondrán más adelante, teniendo muy en cuenta las variables pertinentes. A partir de tales presupuestos se realizó una muestra a 1.173 adolescentes (de 4º ESO y 2º de Bachiller) de la Comunidad Valenciana, mediante la cual quisimos averiguar cómo valoraban las limitaciones en general y el incremento de las consecuencias por incumplir la normativa vigente; qué percepción de peligro advertían en las conductas trasgresoras en la conducción; si asumían o trasladaban a otros la responsabilidad de la solución de los problemas relativos a la siniestralidad vial; si creían que el riesgo de ser sancionados era mucho o escaso; cuál era su nivel en conocimiento de la actual regulación; su aceptación de consecuencias e intención de conducta, etc. Y los resultados obtenidos han sido ponderados y utilizados por todos los que han participado en el proyecto y en este libro, y también difundidos en unas Jornadas organizadas por el Instituto Universitario de Investigación en Criminología y Ciencias Penales de la Universidad de Valencia, en las que junto a miembros del equipo investigador participaron diferentes expertos, nacionales y extranjeros, cuyas contribuciones, de alto interés, fi guran igualmente en el presente libro; en un congreso celebrado en la Universidad de Santiago; y en la revista electrónica ReCrim, y se han concretado en sendos estudios sobre los aspectos preventivos de la investigación psicológica sobre los jóvenes conductores y el análisis psicosocial del comportamiento vial indómito. El estudio jurídico se aborda en varios apartados. En primer lugar, se tratan los problemas a que se enfrentan, día a día, quienes en el ejercicio de sus funciones han de habérselas con los delitos contra la seguridad vial, que son analizados a continuación por los miembros del equipo que se desempeñan en el campo de la docencia del Derecho, desde una perspectiva más técnico jurídica, sustantiva, procesal y sancionadora, y se concluye con un análisis de la respuesta sancionadora, penal y administrativa, en España y en Francia. Y, como ha quedado dicho, los juristas se han apoyado para sus refl exiones en los resultados de la muestra realizada, haciendo un poco más creíbles las elucubraciones que ofrecen sobre la política criminal, la prevención ?general, especial, positiva, negativa?, de las que todos se ocupan y todos citan, en abstracto o en concreto, en relación con algún o algunos delitos y su o sus correspondientes penas, sin saber realmente si previene ni cuánto ni cómo, si intimida o no y a quiénes y cuánto, si disuade o no y cuánto, etc. La muestra nos ha permitido a todos saber un poquito más sobre qué signifi can las limitaciones, las prohibiciones y los castigos para los futuros conductores de vehículos de motor (de ciclomotores, muchos ya lo son), cómo infl uyen en ellos, cómo los perciben, etc. Creemos que este objetivo se ha cumplido razonablemente, hemos argumentado, en buena medida, sobre bases empíricas y no sólo sobre teorías muy acrisoladas y hasta veneradas, y muy respetables, pero fundadas en otras teorías, es decir en refl exiones basadas o inspiradas por otras refl exiones anteriores, que, naturalmente, no hemos podido ni querido dejar de lado, y, por tanto, también han sido tenidas en cuenta. Una última observación: como el lector podrá comprobar, la atención de todos los que hemos contribuido a hacer posible este libro se ha centrado en la seguridad y siniestralidad en las vías abiertas al tráfi co, en relación con quienes se desplazan por ellas en vehículos de motor o ciclomotores, y hemos dejado bastante de lado las de quienes se desplazan por aceras y espacios destinados a peatones a impulsos de sus aparatos locomotores. Y, sin embargo, los peligros y molestias que tienen que soportar no son triviales. Si nos fi jamos en la ciudad de Valencia (es la ciudad de la Comunidad que mejor conocemos la mayoría de nosotros por vivir en ella), en realidad no hace falta fi jarse por lo ostensible, observaremos numerosas bicicletas circulando por las aceras (no por el llamado carril bici) y no precisamente despacio, sorteando a los peatones y haciendo a menudo que éstos se aparten. Por descontado, es legítimo que unas personas elijan la bicicleta como medio de transporte, lo que no es tan legítimo es que para evitarse peligros o por comodidad los creen a otros. En cualquier caso, quienes así ?comparten? espacios contribuyen a la creación de una nueva categoría penal, pues, además del denominado riesgo permitido, ahora puede hablarse del riesgo soportado o riesgo impuesto, a la fuerza en ambos casos. Finalmente, el equipo quiere terminar estas líneas de presentación mostrando su agradecimiento al Ministerio de Educación y Ciencia, que aprobó y fi nanció el proyecto, y a todos cuantos han participado y colaborado en él, con sus estudios o con sugerencias, como Francisco Javier Domínguez Alonso y Lucía Martínez Garay; así como a Hélène Fontaine por su amable participación y las inteligentes observaciones que nos brindó a todos, a propósito de las experiencias y políticas francesas en materia de seguridad vial, presentes y futuras.