El cristianismo funda sus orígenes y su esencia en Jesús de Nazaret. Él es el fundamento de la fe. De sus obras y de su vida nace el cristianismo. Jesús es la persona que da sentido y que debe inspirar el comportamiento de los cristianos. En palabras del profesor Küng es la "figura normativa concreta". Es por ello por lo que la investigación histórica genera siempre una tensión entre las diferentes confesiones cristianas y lo que realmente fue Jesús. Entre la historia y la fe. Entre lo que fue y lo que queremos que sea. El objeto del presente artículo será mostrar que el apoyo a la guerra de Irak es totalmente incompatible con las enseñanzas de Jesús, del Jesús de la historia y del Jesús que conocemos a través de los Evangelios, y en consecuencia , con la fe cristiana. Es más, pensamos que lo conforme con la fe cristiana sería una repulsa muy, muy activa de la misma. Intentaremos mostrar también algunas incongruencias de los líderes occidentales cristianos y de la propia jerarquía católica.
Me gustaría inicialmente señalar cuales son las características de Jesús que pueden influir ante el debate moral al que se enfrenta Occidente:
1.- Jesús era una pacifista radical: La investigación histórica no ha podido determinar, mas allá de los propios textos evangélicos, el pacifismo real de los seguidores de Jesús y del propio Jesús. Sin embargo no hay ningún indicio ajeno a los evangelios, ni de los propios textos evangélicos, que nos haga desconfiar de su actitud en éste punto. Además los textos del nuevo testamento, la casi total unanimidad de los historiadores y los propios intérpretes cristianos coinciden en éste punto. Lo que sabemos se ciñe pues a sus enseñanzas, que en éste punto son bien claras: "Si uno te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra"Mt 5,38.- Pero no me gustaría quedarme sólo en la espectacular y del todo evidente cita bíblica. No hay ninguna incitación a la violencia en los textos, la acción de Jesús se dirige a cambiar los corazones del pueblo de forma pacífica, el sermón de la montaña (que tanto impresionó a Ghandi, otro gran pacifista de nuestro siglo) está lleno de incitaciones al perdón y a la paz (Mt 5.40, Mt 5.43, etc) . Convendría recordar aquí, volviendo a seguir a Hans Küng, que el sermón de la Montaña forma parte del núcleo esencial de las enseñanzas de Jesús. Que las novedosas propuestas éticas que formuló Jesús se concretan fundamentalmente en él y que son de obligado cumplimiento para los cristianos, formando el cuerpo central de la doctrina moral de la fe.
2.- Jesús era un hombre del pueblo, que predicaba para el pueblo y fundamentalmente para las clases bajas Judías: Hay unanimidad prácticamente total en éste punto por parte de los investigadores, por lo que no insistiré más en él. Sólo añadir, que de una primera lectura de los Evangelios no sólo se desprende el origen popular del movimiento cristiano, sino que se advierte una gran prevención hacia las riquezas y el poder, siendo ésta una característica constante de los evangelistas (sobre todo los sinópticos).
3.- Jesús era un hombre de acción: Lejos del modelo contemplativo y más místico de su maestro Juan o de los Esenios, Jesús comía y bebía (Mt 11.18-20) (incluso fue acusado de borracho), practicaba milagros (Mt 11.2-10) en los cuales de forma constante actuaba sobre los necesitados de forma compasiva y activa, fue a Jerusalén como rey de los Judíos cumpliendo las expectativas Davídicas (Mc 11. 1-11 Mt 21. 1-11 Lc 19. 28-38 y Jn 12 .12-16), y criticó al "stablisment" hasta el punto de que le fue en ello la vida. Además no sólo él era un hombre de acción, sino que impone ése modelo de vida de forma explícita a sus seguidores: Por encima de las formas está el fondo y la conducta cristiana está por encima de las leyes y costumbres religiosas. No se puede ser cristiano sino se actúa como cristiano .
4.- Jesús no era apolítico, ni era un predicador intimista que pensara nada más en el corazón de los creyentes y se desentendiera de la sociedad en la que vivía, ni dejó en ningún modo de ocuparse de los problemas sociales que acuciaban a los suyos. Este punto es complejo y me obligará a dividirlo en varios aspectos: - Por un lado la práctica totalidad de los investigadores están de acuerdo en que el concepto de "Reino de Dios", clave en la predicación cristiana, no es de ninguna manera un concepto aplicable estrictamente al futuro. Hay quien piensa (Crossan) que estamos hablando estrictamente de un reino para el presente y hay quien piensa que es un concepto mixto presente-futuro(Meier ). Es decir un reino que se impondrá plenamente en el futuro pero que empieza a manifestarse en el presente. En ningún caso pues, se excluye el presente: Jesús predicaba para transformar la sociedad y el corazón de los hombres del mundo en el que vivía, no sólo para un hipotético reino futuro de Dios. Un reino de aquí y de ahora, para los hombres de aquí y de ahora. - Jesús desarrolló actividades que incluían desarrollos que hoy denominaríamos políticos: discutía con los intérpretes de la fe judía, iba al templo, incluso intentó entrar en Jerusalén como rey de los judíos. No es posible explicar éstos hechos como si existiera la separación entre Iglesia-Estado en la que hoy vivimos. En la realidad palestina de la época el templo de Jerusalén acumulaba poder religioso, pero también poder político. El cambio religioso implicaba necesariamente un cambio político. En la tradición profética propia de los Evangelios , los profetas intervienen de forma activa en lo que hoy denominaríamos política. Por no hablar de Moisés y David, padres de Israel, que son a la vez profetas y caudillos político-militares los profetas en los que más directamente están basados los textos evangélicos , Elías y Eliseo , tan próximos a la pareja Juan/Jesús que en múltiples ocasiones son identificados con ellos , asumen de forma completa la función de crítica y consejo al soberano. El propio Juan , maestro de Jesús, es ejecutado por criticar el matrimonio impuro del gobernante de Israel.
- Las enseñanzas de Jesús implicaban profundos cambios sociales: El perdón de los deudores citado en el universal "Padrenuestro", y una de las primeras oraciones cristianas, era una oración aplicable a la gravosa y real situación deudora del campesinado judío . Las interpretaciones de la "Halaká" (Ley judía) implicaban cambios normativos en la vida de los judíos . El cambio individual en los corazones no podía dejar de implicar cambios político- sociales. De hecho, y no conviene olvidarlo, Jesús fue asesinado como un revolucionario peligroso para las instituciones políticas de la época.
Creo que una vez explicadas las características de Jesús que afectan al problema podemos analizar algunas conductas de los líderes cristianos de Occidente en ésta, la segunda guerra del Golfo, así como cual debería ser, o así nos parece, la conducta cristiana ante la guerra.
Que la presente guerra atenta contra los fundamentos de la fe cristiana es algo tan evidente que pienso no requiere mayores explicaciones. Recordemos: Jesús era un pacifista radical. La Segunda Guerra del golfo afectará a cientos de miles de pobres iraquíes que padecerán hambre o morirán, y Jesús es explícito e inequívoco en cuanto a sus preferencias: Los débiles y los necesitados para los cuales obraba milagros y elaboró un nuevo código de conducta. Jesús era un hombre de mundo que comía y bebía, que hablaba con publicanos, pecadores, prostitutas y para los cuales buscaba una vida mejor de forma activa: Pero incluso para ellos nunca buscó la confrontación militar, ni desde luego pidió matar en su nombre. Como judío que se movía en un estado dominado por una potencia extranjera no planteó una "guerra de liberación". En todo caso morir por ellos, nunca matar. La guerra supone la negación de todo aquello que los evangelios quieren transmitir.
La doctrina de "guerra preventiva" , es decir atacar por si acaso nos atacan, aún da una última "vuelta de tuerca" en su relación negativa con los evangelios. La guerra preventiva implica que puede existir una posibilidad de que nos ataquen, pero ¿Y si luego no nos hubieran atacado? ¿Y además, por si acaso nos atacan, atacamos? No es que no pongamos la otra mejilla cuando recibimos un golpe, sino que damos nosotros la primera bofetada, por si acaso. No hay un solo texto evangélico que pudiera justificar conductas de ése tipo.
Cualquier planteamiento de la misma "En nombre de Dios", nos lleva a pensar ¿De qué Dios?. No puede ser en nombre del Dios de los Evangelios. Sin embargo ésta es una invocación recurrente en los líderes americanos. Apelar a Dios para justificar una actuación militar, pedirle ayuda, en resumen utilizar a Dios ¿En nombre de Dios haremos una guerra preventiva?. Dejemos que la propia Biblia nos conteste: Éxodo 20.7 No pronunciarás el nombre de Yahvé, tu Dios, en falso; Por que Yahvé no dejará sin castigo a quien pronuncie su nombre en falso.
Además la historia reciente nos indica que los países "liberados"( algunos varias veces "liberados") por los ricos países cristianos no mejoran sus condiciones de vida. No son guerras de liberación, sino de explotación. No quisiera entrar en éste artículo en las causas absolutamente obvias y escandalosas de la guerra y que, evidentemente, están en los pozos petrolíferos de Iraq. No quisiera entrar, sino sólo apuntar que la desproporción tecnológica existente entre las dos partes, que quizá nos remita más a la palabra "cacería" que propiamente a la palabra Guerra, hace el conflicto cada vez más insoportable desde casi cualquier punto de vista, y por supuesto, también desde la perspectiva evangélica.
Ya en Europa y en España, existe en los partidos gobernantes una influyente corriente Demócrata Cristiana: ¿Donde está, qué dice?. Es curioso como determinados miembros de ésa corriente ideológica están empeñados en imponer el término cristiano nada menos que en la Constitución de la Unión Europea. (Hace poco Marcelino Oreja publicaba un sesudo artículo en "El País" sobre éste tema). Pero no se intenta ni una mínima lectura cristiana de la guerra. ¿ Qué significa entonces ése término? ¿ Demócrata Cristianos sin comportamiento público conforme a los evangelios? ¿ Es eso posible?. Recordemos las bienaventuranzas Lucas 5.9 "Bienaventurados los que trabajan por la paz, por que ellos serán llamados hijos de Dios." No cabe llamamiento más explícito. Molesta el observar también la batalla mediático-política emprendida por los miembros de ésta influyente corriente de la derecha, pero fundamentalmente por la derecha de los países católicos de la Unión Europea, contra el aborto. Está basada en la doctrina pretendidamente cristiana y evangélica del total y absoluto respeto a la vida, incluso de la vida del no concebido. No entraré aquí en una discusión de un género totalmente diferente, pero que tiene a mi juicio mucho menos soporte en los textos, que la defensa de hombres y mujeres que ciertamente, de forma segura, van a morir preventivamente . ¿Es posible aplicar la doctrina Evangélica de forma tan selectiva?. No lo olvidemos: En ésta guerra, según nos cuentan, vamos a matar por si acaso. Guerra preventiva: Mataremos para prevenir un mal indeterminado.
Sorprende el comportamiento, ya a nivel más doméstico, de algún líder político de la muy católica España. Valga de muestra un botón. Es curioso como un católico practicante, que ejerce de Ministro, activo miembro del Opus Dei, no encuentra ningún reparo en saltarse los requerimientos de su fe, ni siquiera en no obedecer las declaraciones papales al efecto, sin el menor rubor ni problema. Eso si, el ilustre personaje va a las procesiones de su ciudad natal donde participa activamente en las mismas. En ellas lanza frases altisonantes en honor del Jesús de una determinada cofradía ¿Que clase de fe es ésa?.¿A qué Jesús se está invocando? Quizá los propios Evangelios denunciaron ya situaciones de ése tipo Mt 7.21 No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi padre que está en los cielos o de forma mas explícita Lc 6.46-49 ¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que os digo? ........."
Creo que en breve, a instancias de los grupos parlamentarios de la oposición, se va a producir una votación secreta sobre la Guerra en el Congreso de los Diputados. Aunque a los cristianos les es exigible actuar conforme a los Evangelios siempre: Lucas 5.11 "Bienaventurados seréis cuando cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa", puede éste ser un momento para reparar el mal causado y actuar en conciencia sin presiones.
Por último un apunte sobre el comportamiento de la Jerarquía católica nacional y del papado. Es cierto que parece que el Papa ha intentado diplomáticamente trabajar por la paz. Pero me parece, que a la luz de los evangelios, se puede pedir una conducta más activa. En fechas muy recientes hemos visto una impresionante manifestación popular, prácticamente mundial, contra la guerra . En ella, la jerarquía eclesial ha brillado por su ausencia. La excusa: No intervenir en política. Pero hay que denunciar lo vacío de ésa excusa: En primer lugar por no evangélica, puesto que Jesús no sólo no dejaba de intervenir en defensa de los oprimidos, sino que por ello fue asesinado. La no ingerencia en política es contraria, como antes expusimos , a la tradición Evangélica. Es, por otro lado, contradictoria con la propia actuación eclesial. Va contra sus propios actos. Nuestro siglo ha estado salpicado con continuas intervenciones de la jerarquía eclesiástica en política de una forma totalmente activa: Su complacencia activa con el régimen de Franco, de la que fue su principal paladín; Su cerrar los ojos con Hitler y su barbarie antisemita; Su condena y colaboración activísima en el derrocamiento de los regímenes comunistas, etc, etc etc. Este mismo Papa, poco menos que ayer en el devenir de la historia, ha intervenido de forma decisiva en la transición Polaca. Además es incoherente: Se interviene en política, pero sólo en la política tal y cómo a la jerarquía le interesa. Así se observa la tendencia de la jerarquía a estar en la "Alta política" y olvidar la política popular. Se recibe de forma "para estatal" a los líderes cristianos de la guerra, se tienen reuniones con los líderes iraquíes , se intenta mediar en el conflicto, ... .Una actuación que tampoco parece nada conforme a la vida del humilde hijo de carpintero que siempre fue Jesús de Nazaret. ¿Nos lo imaginamos en ricos despachos recibiendo ministros, presidentes?¿O con el pueblo llano, en la calle? ¿Quizá entre el propio pueblo de Iraq, condenado a padecer a un dictador terrible y a sufrir ahora la ira de Occidente?. De forma reiterada los Evangelios expresan sus preferencias. Escojamos, por todas, ésta dramática cita de Lucas 7.25 "¿Qué salisteis a ver en el desierto?¿Una caña agitada por el viento? ¿ Qué salisteis a ver si no? ¿ Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten magníficamente y viven con molicie están en los palacios." Y no sólo, como en éste caso, advierte Jesús al pueblo sobre lo que debe esperar de él, sino que tiene instrucciones bien precisas para la actividad de la Iglesia: En la estudiadísima perícopa, que algunos investigadores (Crossan) atribuyen con gran seguridad al Jesús histórico, da instrucciones precisas: Mc 6.8 "Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja ni calderilla en la faja....." Una predicación humilde e itinerante para el pueblo humilde.
Es también contradictorio el doble lenguaje de la Jerarquía: Por un lado la dureza e inflexibilidad, que se aplica a determinadas situaciones: Hace poco ha anunciado la excomunión a los padres de una niña violada, que ha abortado. Lo mismo ocurre con las personas que aplican doctrinas evangélicas generadas por la iglesia de Sudamérica, la denominada Teología de la liberación que ha sido tratada con extraordinaria dureza represiva. Pero, ¿Y los líderes que van a llevar a la muerte a miles de personas, qué es lo que merecen? ¿Podemos decir que actúan de forma cristiana? ¿Ni siquiera una mínima reprobación? La intervención que los Evangelios reclaman implicaría necesariamente estar preparado para sufrir, con el objetivo de conseguir el bien. No todo es fácil y a veces hay que estar dispuesto a llegar más lejos. La segunda guerra del golfo está a punto de comenzar y se observa con sorpresa la práctica ausencia de debate moral en la cristiandad.
Vayamos para acabar a Marcos 20.25-28.. "Sabéis que los que son tenidos por jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que quien quiera llegar a ser grande entre vosotros será vuestro servidor y el que quiera ser el primero entre vosotros será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del Hombre ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos."
Es exigible mucho más.
Salvador Vives López |