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Hace 850 a??±os, una monja de clausura llamada Santa Hildegarda de Binguen, que acaba de ser canonizada y nombrada Doctora de la Iglesia por Benedicto XVI, revolucion??³ la medicina del momento al transmitir una sabidur??a sobre las virtudes curativas y profil??¡cticas de una veintena de piedras preciosas o semipreciosas.
Santa Hildegarda, sin salir del convento, con una cultura y formaci??³n muy b??¡sica, transmiti??³ lo que la â????Luz Viva del Esp??ritu Santoâ???? le dictaba, ofreciendo remedios sencillos a personas con dificultades de salud, basado en el contacto con determinadas piedras.
Con los a??±os, los remedios curativos de Santa Hildegarda fueron bautizados por el pueblo como â????la medicina de Diosâ????, y ya en pleno siglo XX, cient??ficos y m??©dicos alemanes descubrieron con asombro los conocimientos de esta monja del siglo XII, cuya sabidur??a es, para muchos, â????algo que viene del Cieloâ????.
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