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1ª Edición / 230 págs. / Rústica / Castellano / Libro
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La reivindicación de reducción de jornada y reparto del trabajo existente es un tema recurrente desde hace siglo y medio. El número semanal de horas trabajadas se ha ido reduciendo por el impacto de la innovación tecnológica, al tiempo que el empleo crece siempre que se apliquen políticas económicas que no lo desincentiven. El proceso de reducción del tiempo de trabajo continúa. Los argumentos a favor de la reducción de jornada impuesta por ley han variado menos que la realidad a la que tratan de aplicarse. La práctica de respuestas aritméticas a problemas económicos se fundamenta en tres errores: la creencia en que el volumen de empleo es fijo, la consideración de las personas como intercambiables y la desatención a los costes que implicaría la imposición normativa de la medida. La realidad laboral que se pretende modificar cambia rápidamente con la creación en cuatro años de 1,6 millones de empleos de los que 1,2 son por tiempo indefinido. Uno de los problemas centrales en el mercado de trabajo es la ausencia de personas cualificadas. Si la actividad de éstas se reduce, lo hará también la demanda de trabajo complementario. El paro más difícil de reducir es el de las personas sin cualificación. Si el coste de ocuparlas aumenta, también lo hace el incentivo para suplirlas par nueva inversión, Los empleos que no requieren cualificación son los más fácilmente sustituibles por nuevo equipamiento y, con un bajo coste del crédito, este grupo de personas es el que más ve peligrar la continuidad de la oferta de ocupación.