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416 págs. / Rústica / Castellano / Libro
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El proceso sinodal que estamos viviendo nos ayuda a recuperar la eclesiologãa de comuniã³n del concilio vaticano ii. estamos ante un proceso que necesita su tiempo. si tomamos una mariposa que estã¡ saliendo del capullo y pretendemos acelerar su proceso dã¡ndole calor artificial, encontraremos una mariposa muerta. la mariposa necesita un tiempo para salir del capullo. la sinodalidad requiere tambiã©n tiempo, porque la comuniã³n, participaciã³n y misiã³n â deben contar con un elemento clave que exige su ritmo: la escucha. y no podemos olvidarnos del discernimiento, una actitud indispensable para tomar las decisiones pertinentes, teniendo en cuenta siempre los signos y seã±ales de nuestro mundo (francisco, 16 de octubre de 2024). este libro viene para recordarnos que, en el espãritu de la sinodalidad, nos corresponde volver la mirada a jesãºs. hoy mã¡s que nunca, la tarea es romper la noche, desarmar la guerra, exorcizar la prolongada crisis y, en estado de misiã³n, abrirle boquetes al espãritu para que pueda entrar y fecundarlo todo.â entre los renglones de este tejido comãºn evidenciamos que la historia se construye en el claroscuro de lo humano, en esa confrontaciã³n permanente entre fragilidad y gracia. la constataciã³n mã¡s cierta es que caminar en sinodalidad supone conversiã³n, y la inmersiã³n en los distintos contextos y culturas exige renovaciã³n de las actitudes, adecuaciã³n de las formas, estructuras y estilos.â estamos urgidos de camino, de salida misionera, de pasiã³n por vivir en lo cotidiano el vãnculo, la relaciã³n, la amistad, el afecto que impulse a quererse, creerse y cuidarse. estamos convocados a la utopãa de lo fraterno, precisamente cuando la arcilla quebradiza de la humanidad es todo grieta. â