El derecho humano a la educación

Esta obra de Derecho Constitucional intenta explicar cómo se concibió y ha evolucionado el derecho humano a la educación. En épocas anteriores ?hasta antes de la aparición de los Derechos Sociales?, la educación era un privilegio de las élites monárquicas, aristocráticas y religiosas, que procuraba la preservación de estos grupos en la cumbre de la sociedad, así como la reproducción de contenidos de dominación, al servicio de las cúpulas de poder.  
En estas páginas se desarrolla toda una travesía histórica en el análisis de los procesos educativos, partiendo de los remotos días de la paideia en la Antigua Grecia y Roma; explorando el largo interludio del conocimiento y la cultura en la Edad Media; continuando con el período de transición del Renacimiento y la Ilustración y desembocando en los desarrollos pedagógicos del siglo XX, hasta llegar al momento actual.
Este libro demuestra que el derecho humano a la educación es el resultado de largas luchas y conquistas sociales para que dejara de ser un derecho exclusivo de las élites sociales y se convirtiera en un factor de transformación de la sociedad, un derecho habilitante de otros derechos y un elemento indispensable para dotar de igualdad y dignidad a la vida de las personas, construida sobre bases y procesos científicos, al margen de dogmatismos y falsas doctrinas.
En la actualidad, la educación se encuentra entre la tensión y la confluencia de los organismos internacionales: entre la visión humanista de la UNESCO y las posturas instrumentales del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Por ello, después de exponer toda una panorámica sobre la metamorfosis que ha sufrido la educación, el autor defiende que ésta debe consolidarse como un pleno derecho humano y fundamental, exigible y justiciable, que le permita a la sociedad de nuestros tiempos alcanzar la anhelada justicia social, ya que la educación nos ayuda a conocer, comprender, ejercer y defender con plenitud todos nuestros demás derechos.