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1ª Edición / 322 págs. / Rústica / Castellano / Libro
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El problema de la desigualdad debe importarles no sólo a los juristas, en tanto que instrumento de la sociedad para acceder a los tribunales sino, en general, a los operadores jurídicos que desde el Estado participan en la confección de políticas públicas, elaboración de normas, aplicación en procedimientos administrativos y producción de precedentes vinculantes, pues la inequidad material en el territorio nacional no tiene como causa única a las sentencias de los juzgadores.
La desigualdad material, en un contexto de igualdad formal, es una dolencia colectiva que afecta al bienestar general. Si el resultado de la actividad pública no logra, de manera objetiva y medible, disminuir las brechas entre quienes gozan efectivamente (y quizá sin mérito personal alguno) de derechos prestacionales y entre quienes enfrentan obstáculos cotidianos para aspirar a mejores condiciones de vida, se debe primordialmente a un enfoque parcial sobre las funciones de la Constitución, y del Derecho en general.
Perseguir a ciegas la impartición de justicia ha producido terribles resultados en muchas partes del planeta. México no es la excepción. El código postal se impone y los contribuyentes padecen de un Estado de Derecho disfuncional, profundamente inequitativo y que condena a la reproducción cíclica de vicios que atentan no sólo contra las personas afectadas sino contra la propia Constitución en la medida que frena el desarrollo del país.
Este libro propone al Derecho de Bienestar como una respuesta al problema de la desigualdad y aspira a ser una herramienta analítica para que los operadores y aplicadores normativos en las diversas sedes e instancias se cuestionen si lo que se propone va a incrementar o no el bienestar.