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1ª Edición / 208 págs. / Rústica / Castellano / Libro
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En el contexto de una sucesión mortis causa que presenta alguna irregularidad que impide el normal efecto de la transmisión de la propiedad, o ante el ejercicio de acciones sucesorias tardías, es frecuente, en la práctica judicial, alegar la adquisición por prescripción de bienes determinados del caudal hereditario. Además de que pueda tratarse de la extraordinaria, este estudio se cuestiona si puede ser tenido por justo título para la usucapión ordinaria el del heredero, el legatario o, quizás, la partición, que sería, si hubiera comunidad hereditaria, el auténtico título para usucapir. Sin embargo, esta conclusión dista mucho de ser pacífica si atendemos a la naturaleza del acto particional e incluso a la propia finalidad institucional de la usucapión. El objetivo del estudio es, no obstante, más amplio, pues se pretende analizar, con epicentro en el Código civil estatal, la doctrina y una jurisprudencia bastante confusa, cualquier conexión de interés entre la usucapión y el fenómeno sucesorio. Ello llevará a plantear, entre otros temas, la usucapión de bienes del caudal relicto por un coheredero frente a los demás o, desde una perspectiva distinta, la posible adquisición del dominio por usucapión por terceros, ante enajenaciones inhábiles para transmitirlo por falta de poder de disposición del transmitente, cuando este es un sucesor mortis causa (fiduciario, por ejemplo, o el supuesto cualificado del coheredero que no cuenta con el consentimiento de los demás miembros de la comunidad hereditaria), o cuando dispuso de bienes un heredero aparente.