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1ª Edición / 928 págs. / Tapa dura / Castellano / Libro
No siempre se tiene la suficiente fuerza de voluntad para resistirse a escribir unas líneas con las que explicar la razón de ser de un libro. Esa razón de ser debe estar implícita en la existencia misma del libro y, si no es así, mejor es no publicarlo, pero hay ocasiones en que, ni siquiera el saber que más vale estar callado, y el haberío aprendido con experiencias muy poco gratas, impide tomar la pluma y ponerse a escribir. Esta es una obra de dos magistrados de una misma Sala, la de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que vimos, primero, con preocupación y, luego, con esperanza, como el Proyecto de Ley de Enjuiciamiento Civil les iba a atribuir el conocimiento de un nuevo recurso, el extraordinario por infracción procesal, y que decidimos que la promulgación de la Ley no nos debía pillar sin estar preparados. Frente a tanto desatino como se había dicho y propuesto respecto de la competencia de la Sala de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia -y lo más absurdo ha sido siempre el pretender atribuirles el conocimiento de un recurso de apelación penal-, la competencia que les atribuye la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil es razonable y, sobre todo, se corresponde con el sentido político de esas Salas, sentido que es olvidado casi siempre que, tanto instituciones públicas y aún constitucionales como personas físicas, se refieren a la poca competencia de las Salas.