Reflexiones sobre fenómenos cambiantes del mundo empresarial

En los últimos años, el foco de atención estuvo centrado en cómo mantener una situación compleja desde el punto de vista de la sanidad y de la salud pública, y cómo el sentimiento generalizado de vulnerabilidad de la economía y de un modelo globalizado calaba en la conciencia de los ciudadanos y en las agendas de todos los gobiernos, necesitándose reinventar el modelo productivo de cara a superar la crisis con cambios en las capacidades productivas en torno a una serie de ejes fundamentales: la recuperación de la salud mental arrastrada de los tiempos de la covid-19; transformación digital y la transición energética; la sostenibilidad como clave en la estrategia empresarial; e instrumentos y mecanismos organizativos, así como políticas para impulsar el cambio de la economía en un contexto global. Así, en estos momentos de reactivación de la actividad económica, todo debe hacerse desde la experiencia y reflexión vivida con la pandemia, basada en la complejidad y en la dimensión de esta transformación en la que se está inmersos, que requiere el alineamiento de todos en un proyecto común que avance hacia esa sociedad 5.0, más resiliente y centrada en la persona, y más sostenible. La tecnología está en la vida de todos, siendo clave en la transformación digital y energética, en la transición ecológica, en la reindustrialización y para recomponer social y territorialmente la economía. La conexión con el propósito es esencial para el directivo que ambiciona confianza, ya que debe surgir de un sentimiento auténtico, de un interés por esa transacción del conocimiento de los empleados, por esa experiencia de cliente y por cada una de las personas de la sociedad, explorando la repercusión biológica, vital, emocional, mental, social y espiritual que conduce a la creación de un modelo organizativo radicalmente más productivo en el mundo empresarial.