Versos para una mujer lastimada

Escribir sobre el libro de un nuevo escritor es algo maravilloso, y si se trata de un libro de poemas, las expectativas son aún mayores. versos para una mujer lastimada, del poeta caleño héctor osma, es un conjunto de poemas que invitan irreverentemente a la disección de ese mensaje sanador que ha producido la daga de la incomprensión, y nos invita a ese ejercicio ante la abrumadora evidencia de esas imágenes que denotan dolor y sufrimiento, elementos que como cómplices mudos se van mostrando a través de los versos de estos poemas. la fuerza y valentía de esta denuncia, sin lugar a dudas, constituye la voz de todas aquellas mujeres que a consecuencia del caos del sistema guardan su voz en el fondo de su corazón apesadumbrado. sin embargo, hago de garabatos el día, este verso invoca a la nostalgia del hombre que está detrás del poeta. su mensaje supera cualquier trascendencia que quisiera amilanar su soltura a la hora de identificarse con el dolor de una mujer universal que pudiera ser cualquiera de las féminas que pasean su elegancia y hermosura por las calles caleñas del mundo. el autor se inmiscuye en este episodio de la vida, a consecuencia de palpar en primera persona las vicisitudes por las que puede transitar una mujer lastimada en estos días. sugiere que esta mujer puede haber sido una hermana o una madre o una persona cualquiera, entonces el poeta idealiza al personaje y crea toda una atmósfera donde puede arrancar de las garras de la incomprensión y la violencia a esa imagen idealizada que posiblemente en el plano racional representa a una mujer que ha logrado huir de ese calvario y se constituye como un ejemplo a seguir. usted simplemente existe, le dice el vate a la idealizada mujer de sus sueños. mujer que quizá aborda sentimientos desconocidos en los anales de la historia. sin importarle nada, el poeta, tranquilo y sosegado, le dice que exista porque sin ella no existe el mundo, sin ella no existiría nada, sin ese idealismo no existiría ni el mismo. en cierto momento del tiempo el poeta se siente sospechoso. todos mis sentidos son sospechables, dice y se enfrenta contra él mismo al asumir situaciones fuera de las paredes del simple deseo. el poeta es un amante por naturaleza y aunque pretenda aludir a la casualidad, sabe que la casualidad no existe y que todo tiene un propósito y en la búsqueda de ese propósito infiere que nació el amor llevándolos a lugares inciertos donde a pesar de todo, pudieron ser ellos mismos con todas sus circunstancias y sus limitaciones. josé antonio contreras