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1ª Edición / 210 págs. / Rústica / / Libro
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Los indicios se han admitido siempre en el proceso penal, porque constituyen la única salida para poder evitar la impunidad del delito cuando,
como ocurre frecuentemente, no existe una prueba directa e indubitada
de la autoría del hecho punible. La construcción dogmática del indicio de
cargo es, sin embargo, inexistente. Sin regulación legal, aunque sea mencionado por las leyes, dan pie a una práctica irregular sobre sus requisitos y efectos. Rompen además la presunción de inocencia, al permitirse la condena sin prueba suficiente de cargo.
En este libro el autor realiza un análisis jurisprudencial a fondo sobre el
indicio de cargo, a la luz de la jurisprudencia de nuestros tribunales y del
siempre útil apoyo del Derecho comparado (Alemania, Italia y Estados Unidos).
Y lo hace desde su verdadera naturaleza: El indicio es el hecho base
de una presunción, formando parte inescindible de ella.
La consecuencia en la práctica es inevitable: La presunción de culpabilidad
existe en el proceso penal español. Que se huya de este nombre, que
se considere una herejía su sola mención, sólo se explica por la confusión
de la presunción de inocencia con una verdadera presunción, pues no lo
es, y por obviar la verdadera fuerza probatoria del indicio en nuestra legislación, que es por donde habría que empezar.