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1ª Edición / 256 págs. / Guaflex / Castellano / Libro
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La pandemia del Coronavirus COVID-19 cambió de forma radical nuestra vida y la forma como nos relacionamos, generando un impacto significativo en la familia y sus miembros más vulnerables. Las reglas de distanciamiento social, la suspensión obligatoria de muchas actividades y el aislamiento decretado en la mayoría de los países obligó a muchas personas a quedarse en su casa. Algunos en compañía de sus familiares y otros solos, han quedado aislados con ocasión de las medidas impuestas para prevenir, contener y mitigar los impactos del contagio del virus.
En el campo del Derecho de Familia, las medidas adoptadas obligaron a la priorización de los asuntos más relevantes, pues gran parte del andamiaje jurídico depende de la presencialidad. Por un lado, con los familiares para garantizar su cuidado, protección y subsistencia y, por el otro, el Estado que debe velar por la protección integral a la familia y por las personas en situación de vulnerabilidad, a través de las autoridades correspondientes.
De cara a las relaciones de familia y los conflictos que puedan poner en peligro a sus miembros más vulnerables como los niños, niñas y adolescentes, los adultos mayores, las personas en situación de discapacidad y las mujeres sometidas a cualquier tipo de violencia, los Estados en Iberoamérica han adoptado distintas medidas con el fin de contener la pandemia, al tiempo que garantizan, por todos los medios posibles, la protección de la institución familiar.