La corrupción en México: sus indicadores e implicaciones para la democracia

En América Latina, la reproducción recurrente de la corrupción en contextos de democratización formal plantea que la alternancia en el poder no ha contribuido de manera significativa al combate a la corrupción. De aquí que la revisión sistemática de indicadores sobre este problema se convierta en una actividad obligada, para conocer los avances o retrocesos en relación con este problema. En México, la alternancia partidista ocurrida en el año 2000 evidenció que el problema de la corrupción en el gobierno se podía reproducir por partidos de oposición. El caso de la elección presidencial de 2018, que llevó, por primera vez, al gobierno federal a un partido de izquierda con la bandera política de la lucha contra la corrupción, hace necesario llevar a cabo acercamientos a datos que documenten este problema para observar su comportamiento en el contexto de este nuevo gobierno. Estos datos, por supuesto, no pueden considerarse como una tendencia y será necesario conocer su desarrollo a lo largo de todo el sexenio, sin embargo, presentan una fotografía de los primeros años de esta gestión. El objetivo de este texto consiste en recuperar datos que muestran la evolución del fenómeno de la corrupción a nivel nacional, sin perder de vista su relación con el nivel global y regional, centrándose en dos tipos de indicadores: la percepción de la corrupción y el fraude como una de sus expresiones particulares. A partir de esta información se hace una reflexión crítica sobre la constante presencia de la corrupción y, la impunidad en contextos democráticos.