Salud y pobreza

Sin duda la pobreza y la desigualdad han sido un latente lastre social, el cual se ha agudizado en el estado neoliberal, debido a que se ha caracterizado por su fuerte carácter de índole discriminatorio, privilegiando el bienestar de las minorías y condenando a las mayorías a la marginación. Es por ello por lo que, sin derechos humanos, sobre el estado actual de la salud en la población mexicana; pues no cabe duda de que existen necesidades potenciales en la sociedad y para las que garantice el derecho a la protección de la salud de toda persona, su acceso, sus procedimientos y las sanciones acorde en caso de incumplimiento.
La salud es un bien público de carácter social de trascendental importancia para el desarrollo y progreso de una sociedad. Desafortunadamente, este derecho se encuentra condicionado a diversos factores de tipo político, económico, cultural, entre otros; de los cuales la condición de pobreza es uno de los impedimentos más comunes para poder acceder a los espacios debidos a la obtención a una salud de calidad, siendo ese entorno de carencia, un motivo más en los parámetros de desigualdad en la sociedad.
La condición de pobreza por lo general no afecta únicamente a una comunidad deterioro del desarrollo físico y mental de la persona. A mayor pobreza, menor crecimiento, resultando una disminución en la cohesión social. La discriminación por encontrarse en una carencia extrema de los elementos más básicos para subsistir, como lo son el acceso al alimento de la canasta básica, al agua potable,
a una vivienda y un trabajo dignos, es también consecuencia de un detrimento en el sano desarrollo del ser humano.